sábado, 20 de junio de 2009

Capítulo 2: Experimentando (2)

Su figura se oscurece fugazmente, como absorbiendo la luz a su alrededor, y en un par de segundos se reduce y adopta una forma familiar: un cuervo. El animal da un graznido y unos segundos después repite el proceso volviendo a su forma original.

-Todos los Onironautas pueden realizar cosas asombrosas en los sueños, pero cuanto más asombrosas más probable es que nos despertemos. Sin embargo, con práctica podemos acostumbrarnos a realizar ciertas cosas, de forma que no sean tan extrañas y no precipiten el despertar. En mi caso, se me da bien cambiar de forma. Normalmente no sirve de gran ayuda contra Perversos, pero me permite vigilar sin influir en el transcurso natural del sueño ya que no llamo especialmente la atención.

La historia parece tener sentido. Él vigilaba el sueño mientras la chica, aparentemente con más aptitudes para el combate, intentaba detener al ser que atacó a mis padres.

-Si todo lo que dices es cierto, puesto que soy consciente de que estoy soñando, debería poder hacer lo que quiera, ¿no es así?

-Más o menos. Ahora que sabes todo lo que te conté, deberías experimentar y aprender para poder defenderte por ti mismo, quizás te sea útil más adelante. Te animo a que intentes algo. Una de las cosas más sencillas e instintivas suele ser volar. Inténtalo, no puedo explicarte cómo se hace, simplemente tienes que creer que puedes hacerlo…

Le hago caso. Supongo que debería empezar… por saltar. Realizo un par de botes suaves… me da la sensación de que caigo más lento de lo que sería normal. Empiezo a saltar cada vez con más fuerza. Parece como… si realmente pesase poco, como flotase ligeramente en el aire, como si estuviese nadando o algo así.

Adam observa entretenido cómo experimento. Tiene una sonrisa peculiar, como si le resultase gracioso… ver como lo intento. La verdad es que debo estar haciendo el ridículo.

Dejo de saltar y me concentro, recordando la sensación de ingravidez. Poco a poco me voy poniendo de puntillas, notando la ausencia de peso sobre mis pies… Empiezo a flotar.

-Bien. Como te dije, es relativamente fácil, al menos flotar. Lo difícil es controlar el vuelo. No te preocupes, prueba.

-Y… ¿cómo avanzo?

-Hombre, ya te he dicho que no puedo decirte como hacer las cosas, cada uno tiene su técnica. Lo importante es que creas que va a funcionar.

Intento empujarme con los brazos… parece que algo me moví. Repito el movimiento varias veces, estoy avanzando lentamente… Creo que si los muevo más lentamente… como si nadase… sí, así me desplazo mejor.

Acantilado

En poco tiempo estoy flotando a unos 3 metros de altura, y avanzando cada vez más rápido, recorriendo la playa. Acelero… acelero…

Antes de que me dé cuenta, me acerco al acantilado que hay al fondo de la playa. Con lo que me costó acelerar tanto, ahora no se cómo detenerme para no chocar con él. La pared se acerca gran velocidad, como si realmente estuviese cayendo hacia ella. Sus rocas afiladas impresionan… No debí haberle hecho caso…

-¡Me voy a matar! ¡¿Cómo paro?!

Intento parar, pero no hay manera. Yendo a la derecha todavía me la pegaría contra las escaleras, así que intento desviarme hacia la izquierda como puedo, hacia el mar… pero es demasiado tarde.

Cierro los ojos y siento el impacto, empiezo a caer… En realidad apenas me hice daño, fue como chocar con una pared acolchada. Encogiéndome instintivamente, caigo esperando chocar contra el suelo, pero no siento el impacto…

Cuándo me doy cuenta, ha pasado un rato y no siento nada. Poco a poco relajo mi cuerpo, lo siento extraño… Abro los ojos y…

viernes, 12 de junio de 2009

Capítulo 2: Experimentando (1)

Adam parece saber mucho de mí, lo cual me incomoda y preocupa. ¿Y si es él el responsable de lo ocurrido a mis padres? De todas formas, mientras me dé información, bienvenida sea.

Mi extraño acompañante toma un suspiro, como preparándose para una larga explicación:

“La muerte de tus padres fue provocada por un Perverso… te lo explicaré en pocas palabras. La chica que viste aquella noche y yo somos lo que podría llamarse Onironautas, soñadores expertos que no sólo dominamos nuestros sueños sino que somos capaces de saltar a los de otros.

La mayoría de la gente, cuando empieza a aprender a modificarlos, lo que hace es provocar eventos en los que suceden cosas agradables o que son imposibles en la realidad, pero algunos… los retuercen para ver sufrir a otros o disfrutar causándoles ellos mismos el sufrimiento, sea por venganza o por motivos más siniestros. Se podría decir que son algo así como un psicópata en el mundo real.

Estos Onironautas son los que llamamos Perversos. Tras aprender a saltar a sueños de otros, descubren maneras de perjudicarles también físicamente. Algunos llegan a provocar apneas, sonambulismo, o alterar los ciclos de sueño, produciendo insomnio o somnolencia… Creo que algo así fue lo que les ocurrió a tus padres, pero no conozco los detalles ya que desconozco lo ocurrido fuera de aquí.”

-Bueno, gracias por la información, – le respondo, y armándome de valor añado – pero… me gustaría que me explicases por qué sabes tanto de aquella noche.

-Verás, la chica que intentaba ayudar a tus padres es la primera persona que encontré que tenía potencial. Le enseñé todo lo que supe y juntos estuvimos buscando Perversos e intentando despertar de sus pesadillas a lo soñadores a los que atacaban. Lamentablemente, aquella noche llegamos tarde.

-¿Y cómo se que tú no eres el que atacaba a mis padres?

-Eso… es relativamente fácil de explicar…

Tras decir estas palabras, Adam se separa unos metros de mí…